- El CERMI y la Fundación CERMI Mujeres han ofrecido una ponencia este lunes en la COP25 para alertar sobre la especial vulnerabilidad de las personas con discapacidad y sus familias ante el cambio climático
- Además, han anunciado que se va a poner en marcha una campaña en redes sociales para favorecer la toma de conciencia para impulsar un ecologismo accesible e inclusivo que considere e incorpore a la discapacidad
(Madrid, 9 de diciembre de 2019).- El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Fundación CERMI Mujeres han reivindicado este lunes el derecho humano de las personas con discapacidad y sus familias a disfrutar del medioambiente y han destacado la necesidad de que el movimiento de la discapacidad y el ecologismo sellen una alianza para que la ‘agenda verde’ sea inclusiva y “no deje a nadie atrás”.
Así lo ha puesto de relieve el delegado del CERMI para los Derechos Humanos y la Convención Internacional de la Discapacidad, Jesús Martín Blanco, quien ha impartido la conferencia ‘Haciendo las paces con el entorno. Hacia un ecologismo inclusivo’, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP25) que se celebra en Madrid.
Martín Blanco ha puesto de manifiesto que el cambio climático provoca un fuerte impacto en las personas con discapacidad y sus familias que dificulta el disfrute de sus derechos fundamentales. Como ejemplo, ha citado la especial dificultad de las personas con discapacidad y sus familias que se quedan sin acceso a agua potable tras una catástrofe; la influencia del menor nivel de renta, lo que merma las posibilidades de transitar hacia el uso de energías renovables en sus hogares, así como de las mayores dificultades para migrar en caso de escasez de recursos.
También destaca la merma de la calidad y esperanza de vida por la contaminación del aire o las olas de calor, debido a una mayor vulnerabilidad de la salud de algunas personas con discapacidad; el aumento de la inseguridad ciudadana en casos de desastres, que amenaza sobre todo a las mujeres y niñas con discapacidad, y los menores ingresos económicos para poder adquirir productos ecológicos, entre otras dificultades.
Más allá de esta situación, el delegado del CERMI ha señalado también que “las personas con discapacidad debemos y queremos ser un activo de la salud del planeta; del cuidado de la naturaleza, y ser parte de los desafíos que nos plantea la Agenda 2030, porque el ecologismo o es inclusivo o no lo es y porque queremos reverdecer lo social y, al mismo tiempo, teñir de inclusión la agenda verde”.
CAMPAÑA DE TOMA DE CONCIENCIA
Para reforzar la toma de conciencia sobre estos objetivos comunes, el CERMI va a poner en marcha una campaña de sensibilización en redes sociales protagonizada por personas con discapacidad y activistas del ecologismo, cuyos mensajes tienen como fin conseguir una transición justa hacia economías verdes y lograr que dicho cambio no “deje a nadie atrás”.
Otros objetivos de esta iniciativa son maximizar las oportunidades de empleo para las personas con discapacidad en un contexto de baja inclusión en el mercado laboral por parte de esta parte de la ciudadanía; establecer alianzas entre el ecologismo y el sector de la discapacidad, y afrontar las causas del desarraigo, “que devasta el medio rural”, lo que, en opinión del CERMI, también está detrás del cambio climático.
Por último, esta campaña pretende difundir ejemplos de buenas prácticas del movimiento CERMI en favor de la sostenibilidad del planeta. “En definitiva, esta iniciativa tendrá como marco de referencia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, ha ahondado el delegado del CERMI para los Derechos Humanos.